Desmemoria

De nuevo aquel abogado de oficio, sin traje ni corbata, como días atrás en el Juzgado de la capital (él se merecía un respeto, una presencia ); seguro que dispuesto a persuadirle de aquella conformidad ventajosa y casi rejuvenecedora, año y medio; seguro que sumiso a aquella Fiscal inquisitiva en un tiempo convulso ya ajeno para él:

¡¡ Su abuela… ¡¡ ¡¡ Alejamiento….. ¡¡
¡¡ Consumidor…. ¡¡ ¡¡ Quebrantamiento… ¡¡ ¡¡ Reincidente …. ¡¡

A qué insistir, ya había tenido su respuesta él y la Fiscal; y ahora, en un locutorio a cien kilómetros, tras la mampara acristalada, con otra voz, firme y altiva, como si vistiera traje y corbata, su revelación:

– Archivo. Cosa juzgada. Policía: atestado por un Juzgado y ampliatorias por otro.

– Pues gracias…, de verdad no recordaba ¿Puede darme una tarjeta con el funcionario al salir?
Le llamaré, tengo otro pendiente y es que no, no recuerdo……

Domingo Núñez. Cartagena 2015, sobre hechos reales.

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